Usemos las armas que Dios nos ha dado – estudio bíblico

Mientras leía recientemente un libro de historia antigua sobre el Imperio Romano, me encontré con una imagen de una clase de gladiador romano llamado Retiarius que luchaba usando solo una red y un tridente. De todas las armas letales disponibles para estos gladiadores que a menudo luchaban hasta la muerte, estos intrépidos hombres solo recibieron dos elementos: un trozo de telaraña y una lanza de tres puntas. Cuando entraron en la arena, su supervivencia dependía de qué tan bien pudieran usar estas armas.

En la batalla espiritual que enfrentamos como cristianos, Dios ha elegido nuestras armas:

“Aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 Corintios 10:3-4 NVI).

Deberíamos mirarnos en el espejo de Efesios 6:10-18 para ver si estamos adecuadamente equipados con “ toda la armadura de Dios” (Efesios 6:13 NVI). Desde el yelmo de la salvación hasta los zapatos del evangelio de la paz, debemos estar protegidos y armados para un conflicto que no depende de la fuerza humana, sino de la poderosa palabra de Dios (Efesios 6:17 – NKJV; cf. . Romanos 1:16 NVI; 1 Corintios 1:18 NVI).

Cuando nos damos cuenta de la naturaleza de esta guerra y de las fuerzas del mal contra nosotros, es una tontería entrar en la refriega con algo que no sea nuestras armas dadas por Dios. Asegurémonos de maximizar su uso diario en nuestra batalla contra Satanás y sus fuerzas (2 Timoteo 2:15 ASV; cf. Deuteronomio 4:9-10 ASV).