Solo unas pocas cosas me han cautivado con mayor gozo que la verdad de que a Dios le encanta mostrar su divinidad al trabajar para mí, y que su obra para mí siempre está antes y debajo y en cualquier trabajo que hago para él.

Al principio puede sonar arrogante de nosotros, y menospreciando a Dios, para decir que él obra por nosotros. Pero eso es solo por la connotación de que soy un empleador y Dios necesita un trabajo. Esa no es la connotación cuando la Biblia habla de Dios obrando por nosotros. Como en: “Dios trabaja para los que esperan en él” (Isaías 64:4).

La connotación correcta de decir que Dios trabaja para mí es que estoy en bancarrota y necesito un rescate. Soy débil y necesito a alguien fuerte. Estoy en peligro y necesito un protector. Soy tonto y necesito a alguien sabio. Estoy perdido y necesito un Salvador.

«Dios trabaja para mí» significa que no puedo hacer el trabajo.

Y esto lo glorifica a él no a mí . El Dador obtiene la gloria. El Poderoso recibe elogios.

Acabo de completar una serie en Twitter (@JohnPiper) celebrando algunos de los textos que expresan esta verdad. Aquí está la lista resumida. Lee y libérate de la carga de llevar tu propia carga. “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará” (Salmo 55:22). Deja que él haga ese trabajo.

1. “Ningún ojo ha visto a un Dios fuera de ti, que trabaja para los que esperan en él”. (Isaías 64:4)
2. “Dios no es servido por manos humanas como si necesitara algo, sino que él mismo da vida y aliento y todo.” (Hechos 17:25)
3. “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10:45).
4. “Los ojos de Jehová recorren la tierra, para mostrarse fuerte a los que en él confían.” (2 Crónicas. 16:9)
5. “Si tuviera hambre, no te lo diría. Llámame, te libraré. Tú me glorificarás”. (Salmo 50:15)
6. “Hasta la vejez te llevaré. yo he hecho, y yo soportaré; Yo llevaré y salvaré.” (Isaías 46:4)
7. “He trabajado más duro que nadie, aunque no soy yo, sino la gracia de Dios que está conmigo” (1 Corintios 15:10).
8. “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican”. (Salmo 127:1)
9. “El que sirve, que sirva con la fuerza que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado.” (1 Pedro 4:11)
10. “Obra en vuestra propia salvación, porque es Dios quien en vosotros produce el querer y el hacer.” (Filipenses 2:12–13)
11. “Yo planté, Apolos regó, pero Dios dio el crecimiento”. (1 Corintios 3:6–7)