3 Señales de humildad en el liderazgo

Tendemos a despreciar el orgullo en los demás y reconocemos su poder destructivo. La Escritura nos enseña que el orgullo va antes de la destrucción y los ojos altivos antes de la caída. Anhelamos servir con líderes que son humildes, y somos sabios al caminar en humildad nosotros mismos. Pero, ¿cómo es la humildad en el liderazgo?

3 marcas de humildad en el liderazgo

1. Actitud de gratitud, no de derecho

Los líderes pueden pasar de la gratitud al derecho creyendo que su posición o su desempeño les da derecho a ciertas cosas. Es imposible estar lleno de humildad y un sentido de derecho al mismo tiempo. Siempre que sentimos que se nos debe algo es porque nos hemos olvidado que Dios es el que da todas las cosas buenas. Los líderes humildes creen que todo lo que han recibido es del Señor, incluido el equipo que lideran y su ética e intensidad de trabajo. Todo es de Él. Cuando caminamos en humildad, estamos agradecidos por todo lo que Él provee.

2. Postura de mayordomía, no de propiedad

Aunque algunos no lo reconozcan, todos los líderes son temporales. Debido a que el liderazgo es una asignación temporal, los líderes humildes tratan sus roles y sus organizaciones o ministerios como algo que administran, no como algo que les pertenece. Saben que en última instancia, el Señor es el dueño de todo y toman decisiones desde la postura de un mayordomo fiel, no la postura de un propietario que siempre se sentará en la silla del liderazgo. Los líderes humildes desean administrar bien la temporada y reconocen humildemente que la temporada no durará para siempre.

3. Confiar en el Señor, no en uno mismo

Los líderes humildes confían en el Señor y no en sí mismos. Los líderes humildes buscan Su sabiduría, no la suya propia. Conducen en Su energía, no en la suya propia. Confían en Su dirección, no en la suya propia. Su confianza reside en última instancia en el Señor y no en ellos mismos.

Este artículo apareció originalmente aquí.