“¿Les he contado alguna vez mi historia de cáncer de colon en etapa 4?” mi endocrinólogo nos preguntó a mi esposo y a mí durante una visita al consultorio. Ambos negamos con la cabeza y dijimos que él nunca había mencionado tener cáncer de colon. Para nuestra sorpresa, procedió a contarnos su desgarradora historia. Dado que he sobrevivido tres veces al cáncer de mama y acabábamos de determinar que tenía algunos análisis de sangre sospechosos, pensé que tal vez solo quisiera hacerme saber que él también era un sobreviviente del cáncer.
En cambio , cerró su relato de un desenlace doloroso pero exitoso con esta sentida declaración: “Quizás me salvaron para salvarte a ti”. ¡Guau! Mientras las lágrimas llenaban mis ojos, le pregunté si podía darle un abrazo. “Absolutamente”, respondió.
Reveló de manera tan vulnerable lo que debería estar en el corazón de todo médico: salvar vidas. Pero también nos recordó la importancia de la oración por los médicos.