Parece que no podemos pasar un día sin escuchar que un desastre natural destruye hogares, se cobra vidas y devasta ciudades o tierras enteras. Al estar a merced de las fuerzas naturales, a menudo podemos sentirnos asustados o angustiados cuando enfrentamos un desastre natural.
En medio de tormentas estresantes y desastres naturales, y el miedo que nos atenaza, aún podemos confiar en un Dios que ha estado en medio de tormentas antes cuando caminó sobre la tierra (Mateo 8:23–27).
No importa qué desastres naturales veamos en las noticias, cuánto han sufrido nuestros familiares o amigos. afectados, o si estamos enfrentando los fenómenos de la naturaleza nosotros mismos, podemos volvernos al Señor y orar por restauración y esperanza durante estos tiempos de agitación y ansiedad.
Por coraje durante el desastre, o paz para resistir desastres por venir, podemos elevar estas cuatro oraciones al cielo: