En algún momento u otro, cada persona en el mundo ha mirado a otra persona y ha sacado conclusiones sobre ella basándose únicamente en lo que ha observado. No está mal. Es humano. Sin embargo, como cristianos, el punto no es ser «humanos», sino ser espirituales.
Recuerda, no eres un ser natural teniendo experiencias espirituales, eres un ser espiritual experimentando el mundo natural. Y los mundos natural y espiritual siempre estarán en conflicto. ¡No hay sorpresa allí!
Pero dentro del cuerpo de Cristo, los conflictos son profundos y amplios sobre una cantidad de cosas: ¿Siguen vigentes los dones espirituales hoy en día? ¿Deberían los cristianos pedirle a María que ore por ellos? ¿Todavía hay apóstoles? ¿Predestinó Dios quién se salvaría o la salvación está disponible gratuitamente para todos los que la elijan?
Cuando nuestras diferencias, incluso en la interpretación bíblica, se convierten en un punto de condena, en lugar de conversación o convicción del Espíritu Santo, el enemigo gana más terreno en la batalla de divide y vencerás. Está bien e incluso es bíblico condenar el pecado en el cuerpo de Cristo, pero debes ser bíblicamente preciso acerca de lo que es pecado y lo que no lo es. Ahí es donde muchos cristianos se quedan cortos. No es quién tiene razón, es lo que tiene razón: la Biblia.
Aquí hay 5 cosas que los cristianos a menudo condenan y lo que la Biblia realmente dice: