5 ‘M’ Preguntas para ser un pacificador en tiempos turbulentos
Me cuesta pensar en otra época de mi vida en la que me haya sentido más obligado a trabajar y orar por la paz. El estrés en nuestra cultura es palpable, mientras luchamos para lidiar con los desastres naturales, una pandemia global, la injusticia racial y un panorama político divisivo, ¡y eso solo resume los últimos meses!
Encienda las noticias o revisa tu feed de Facebook y verás el subproducto inevitable de la tensión que estamos experimentando. Las relaciones están sufriendo. La gente está desesperada por la paz.
En nuestro mundo asolado por los conflictos, los cristianos podemos y debemos ser agentes de amor y reconciliación.
Pero, ¿cómo?
En su Sermón de la Montaña, Jesús ofrece: “Bienaventurados los pacificadores”. Él desarrolla esta bienaventuranza con más detalle en su sermón (y en pasajes posteriores de los evangelios), y el resto del Nuevo Testamento se basa en ella. Además, hay muchos pasajes del Antiguo Testamento que Cristo y los escritores del Nuevo Testamento repiten y profundizan.
La Biblia nos dice exactamente lo que debemos hacer para convertirnos en pacificadores. A medida que buscamos glorificar a Dios mediante la búsqueda de la paz, la armonía y la unidad con los demás, hay cinco preguntas que podemos hacernos, que se recuerdan fácilmente como las «5M:»