Por Thom S. Rainer

Existe la anticipación y el entusiasmo habituales entre los líderes de la iglesia cuando comenzamos la Semana Santa y nos acercamos al Domingo de Pascua. He notado en Church Answers y en las redes sociales una cantidad inusualmente alta de preguntas sobre la preparación para el Domingo de Pascua.

Por supuesto, en este punto, la mayoría de los planes están completos; sería difícil hacer ajustes importantes en este momento. Pero puede abordar siete problemas críticos antes de que llegue el fin de semana. Permítame abordar cada uno individualmente.

1. Ninguna actividad es más importante que la oración. 

Los líderes de la iglesia a veces están tan ocupados con actividades que están demasiado ocupados para orar. No dejes que eso te pase a ti. A solas con Dios y orar por este fin de semana. Reúnase con otros y ore.

No se deje atrapar tanto por la preparación humana que descuide su enfoque en el poder de Dios y la obra del Espíritu Santo.

2. Cuando llegue el fin de semana, asegúrese de celebrar la resurrección usted mismo. 

Estas palabras de un pastor la Pascua pasada fueron tristes pero poderosas: «Estaba tan absorto en los planes y actividades y multitud que yo mismo no adoré a Dios ni celebré la resurrección. Me siento vacío hoy [lunes después de Pascua]”. No dejes que esto te suceda.

3. Guíe a sus líderes y miembros hacia la adoración más que las actividades.

También ellos pueden verse atrapados por las actividades y la multitud. A medida que se enfoca más en la adoración, debe guiarlos a que también lo hagan. Tal vez pueda enviarles un recordatorio por correo electrónico a tal efecto.

4. Recuerde quién suele presentarse el domingo de Pascua.

Contrariamente a la opinión popular, la Pascua no suele ser el día en que se presentan muchas personas que no asisten a la iglesia. Esa realidad se ha vuelto más generalizada en los últimos años. La Nochebuena es ahora la mejor oportunidad para llegar a los que no asisten a la iglesia.

La Pascua suele ser una «reunión familiar». Los miembros que asisten regularmente una o dos veces al mes (o año) aparecen en Pascua junto con los miembros más activos.

5. Tenga una forma sencilla para que las personas firmen una tarjeta de invitado o de conexión.

Cuanta más información solicite, menos tarjetas recibirá. Pídales su nombre y correo electrónico y dígales que seguirá con un breve correo electrónico de agradecimiento. Considere hacer una donación a un ministerio local (como $5) por cada tarjeta devuelta.

6. Seguimiento.

Estarás cansado después de los servicios. Aún así, necesita un plan para hacer un seguimiento rápido de los invitados. La forma más fácil es enviar un breve correo electrónico. Agradézcales por venir. Y pregúntales si puedes hacer algo para atenderlos.

7. Tómese un tiempo para orar para que el Espíritu Santo continúe obrando en las vidas de los que asistieron.

Dios bien podría estar obrando de manera convincente en las vidas de los que asistieron. Oren por una gran obra de Él. Pídeles a algunos miembros que sepas que son fieles guerreros de oración que oren también. ¿Mencioné lo importante que es la oración?

Se acerca la Pascua, líderes de la iglesia. Estoy rezando por ti. Estoy orando por sus iglesias. Estoy orando para que Dios obre con convicción para aquellos que asisten.

Gracias por servir en la primera línea del ministerio en la iglesia local.

Ustedes son mis héroes.

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