7 tentaciones a las que se enfrentan todos los líderes
#1 – Perder el tiempo
Vivimos en un mundo donde es más fácil perder el tiempo que nunca. Las guerras de comentarios en blogs, tuitear argumentos, navegar a través de páginas aleatorias de Facebook y muchas otras cosas pueden distraernos absolutamente de lo que nos pusieron en este planeta para hacer. (¡Por cierto, no creo que el mundo NUNCA cambie debido a la sección de comentarios en un blog!)
#2 – Control de crucero
El liderazgo es agotador, por lo que debemos luchar constantemente contra el deseo de permitir que las cosas sean como son. ¡Esta mentalidad nos pondrá en rumbo hacia un iceberg que hundirá hasta el barco más grande! (“¡Nunca me soltaré, Jack!”)
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#3 – Crear excusas
Cuando surge un problema o una situación difícil, podemos solucionarlo o simplemente excusarlo. Y las personas que ponen excusas rara vez marcan la diferencia porque están mucho más obsesionadas con hacer lo fácil que con hacer lo correcto.
#4 – Ser Pasivo
Este es un primo del #3, pero la pasividad no tiene cabida en el liderazgo. Ignorar un problema no hace que desaparezca; de hecho, muchas veces hace que se haga más grande y, en muchos casos, abrumador. Si le llama la atención un problema, TRATÉELO; no lo niegues. Dios lo trajo a su atención porque usted es el líder, y usted es el llamado a tomar la decisión difícil.
#5 – Copiar
¡NUNCA debemos avergonzarnos de tomar prestadas ideas de otros! Sinceramente, siento que realmente no hay ideas originales en el planeta…e incluso si la idea es “original” a esa persona se le dio la idea del Espíritu Santo… así que en realidad no es original en primer lugar. Sin embargo, cuando construimos un ministerio basado en la imitación de otros en lugar de la revelación de Dios, lo hacemos por pereza…y Dios NUNCA honra la pereza.
#6 – Peleas sin sentido
Alguien VA a atacar su iglesia/ministerio…y una de las maneras más fáciles de desviarse es comenzar a pelear con personas que no lo conocen, no se preocupan por usted o no se preocupan por su iglesia.
#7 – Jugando a lo seguro
Cuando un líder deja de correr riesgos porque hay demasiado que perder… está más cerca de perderlo todo de lo que realmente cree. No seguimos a un Salvador que fue seguro; si Él dijo: «Toma tu cruz y sígueme», entonces necesitamos entender que el sacrificio y el riesgo estarán involucrados si queremos ir a donde Él nos está guiando.