El mundo entero ha estado en guardia contra el COVID-19. Las máscaras faciales, el distanciamiento social y los estantes vacíos de vitamina C muestran cuán en serio muchos toman esta amenaza. Desafortunadamente, no solo estamos en guardia, muchos están acosados por el miedo y la preocupación.
Preocuparse por nuestro sustento parece natural a la luz de los recortes salariales masivos, la pérdida de empleos y el cierre de empresas. Y con la gente todavía enferma y muriendo, se espera que nos sintamos preocupados por nuestra salud.
Sin embargo, cuando Jesús aborda estas áreas, pone los problemas patas arriba. Nos dice que no nos preocupemos por nuestras vidas y medios de subsistencia y que estemos en guardia contra problemas que la mayoría de nosotros no considera amenazas. Al reformular las cosas de la tierra a la luz del cielo, muestra que el remedio para la preocupación radica en un sistema de valores eterno. Aprendamos a deshacernos de nuestras preocupaciones aplicando las palabras de Jesús en Lucas 12:1-35.
¡Cuidado!
Hace muchos años, mi mi esposo y yo viajábamos por Alemania. Escuchar a personas que hablaban alemán hizo que mi esposo soltara la única palabra alemana que recordaba de «Hogan’s Heroes», un viejo programa de televisión ambientado en un campo de prisioneros alemán. Solo que no sabía lo que significaba.
“¡Achtung!” dijo con floritura. Cuando la gente se detuvo a mirar, le pregunté a una joven alemana qué significaba.
“Significa ‘¡Atención!’”
Cuando Jesús dice: “Estad en guardia”, es el equivalente a decir: “¡Atención!” Nos está alertando del peligro.