Las pandemias, las guerras y el aumento de los precios de la gasolina son suficientes para que cualquiera se sienta inseguro, ansioso e incluso temeroso acerca del futuro. Como creyentes, incluso podríamos oírnos decir: «Todo es tan incierto en este momento» cuando se trata de la economía de la nación, el mercado inmobiliario, los precios de la gasolina, nuestra salud y la estabilidad de este país y este mundo.
Sin embargo, la Palabra de Dios está llena de seguridad de que nuestro futuro, como quienes confiamos en Él, es esperanzador y nuestro destino eterno está asegurado.
Efesios 1 nos recuerda que no solo fuimos elegidos en Él antes la fundación del mundo, pero tenemos una herencia eterna esperándonos (versículos 4, 11). Eso significa que Dios está a ambos lados de nuestro destino y en todas partes en el medio. Si estamos preocupados por nuestra provisión ahora o en los días venideros, aprendemos en los versículos 13 y 14 que estamos “sellados con el Espíritu Santo prometido, quien es la garantía de nuestra herencia hasta que tomemos posesión de ella” (NVI). Y ciertamente, si Dios puede cuidar de nuestra vida eterna, también puede cuidar de la vida cotidiana.
Si eres en Cristo (lo que significa que confías únicamente en la muerte expiatoria y la resurrección de Jesús para tu salvación), aquí hay varios pasajes de las Escrituras para fortalecer tu fe cuando el futuro parece incierto.