La parte final del primer sermón de Jonathan Edwards sobre «Una historia de la obra de redención» relata cinco diseños de Dios en la gran obra que continúa desde la caída hasta el fin del mundo.

1. Según 1 Corintios 15:25 y 1 Juan 3:8, “un gran designio de Dios en el asunto de la redención era reducir y someter a esos enemigos de Dios hasta que todos sean puestos bajo los pies de Dios.”
2. El diseño de Dios era “restaurar perfectamente todas las ruinas de la caída,” incluyendo tanto las almas como el cuerpo de los hombres elegidos, y el mundo físico, de modo que haya un cielo nuevo y una tierra nueva (Isaías 65:17).
3. Dios tiene como objetivo “traer a todas las criaturas elegidas en el cielo y en la tierra a una unión entre sí, en una cuerpo bajo una sola cabeza, y unir a todos en un solo cuerpo a Dios el Padre” (Efesios 1:11).
4. Dios diseñó “a fin de que todos los escogidos sean adelantados a un grado de gloria sobremanera, tal como el ojo no ha visto.” Esta gloria incluye la belleza, la excelencia, el placer y el gozo de la iglesia y de los ángeles elegidos.
5. “En todo esto Dios se propuso cumplir la gloria de la Santísima Trinidad en grado sumo. Dios tenía el designio de glorificarse a sí mismo desde la eternidad, para glorificar a cada persona en la Deidad… Fue su designio en esta obra glorificar a su Hijo unigénito, Jesucristo, en esta gran obra, y fue su designio por medio del Hijo glorificar el Padre (Juan 13:31–32; 17:1). Y [también] que el Hijo sea así glorificado y glorifique al Padre por lo que debe ser realizado por el Espíritu para la gloria del Espíritu, para que toda la Trinidad en conjunto y cada persona individualmente sea sumamente glorificada.”

Vencer el mal, restaurar el mundo, unir todas las cosas, hermosear a los elegidos y glorificar a la Deidad: Esto es lo que Dios pretendía en su gran obra de redención.