Hace un par de años compartí mi experiencia de soportar una tormenta espiritual, una crisis de fe. Desde entonces, he tenido el privilegio de mantener correspondencia con numerosos santos preciosos que están soportando tormentas similares.
Una experiencia común es que después del estallido inicial de la tormenta, a menudo lleva mucho tiempo recuperar la sensación de equilibrio espiritual. Un amigo me escribió recientemente básicamente preguntándome cuánto tiempo tomaría «superar esto». volver a sentirse normal. Pensé en compartir mi respuesta con él en caso de que otros de ustedes se pregunten: «¿Hasta cuándo, oh Señor?» (Sal. 90:13)
Gracias por la actualización. Sí, lo recuerdo bien. Diría que me tomó un buen año desde el momento en que experimenté un avance inicial hasta que realmente sentí que mi equilibrio espiritual era más «normal». Cambiando de metáforas, si la crisis inicial fue un gran terremoto, sentí réplicas durante mucho tiempo. Y algunos eran fuertes.
Mi experiencia es que Dios trae la liberación de estas cosas gradualmente. Porque su propósito es fortalecer la fe y el carácter. Una analogía diferente: es similar al entrenamiento de resistencia y fuerza. Es la adversidad de la lucha lo que desarrolla la comprensión espiritual, los músculos y la resistencia. Y generalmente lleva más tiempo y es más difícil y doloroso de lo que imaginamos al principio.
Una última analogía. ¿Recuerdas a Frodo en El Señor de los Anillos? Es apuñalado con la hoja de Mordor del rey espectro en la Cima de los Vientos. Casi lo mata. Pero gracias al don divino de la sanación de Elrond, el señor de los elfos, se elimina el veneno maligno. Sin embargo, por el resto de su vida, Frodo todavía siente a veces el dolor helado en la cicatriz.
Es así con heridas como las que tú y yo hemos experimentado. Todavía siento el dolor helado de vez en cuando en la cicatriz. Pero se ha convertido en un recordatorio de la gracia y un recordatorio para poner mi esperanza en Dios y sus promesas. Es un recordatorio de que camino por fe y no por vista.
Rezaré por ti. El Señor no te desamparará. Es él quien te ayudará a superar esto. Sigan siguiendo a Jesús que soportó el Getsemaní, el juicio, la flagelación, la cruz y la muerte por ustedes.
Él te mostró que a veces el camino de la fe te lleva a través de una oscuridad indescriptiblemente profunda. Él no te está pidiendo que soportes lo que él no ha soportado ya, e infinitamente peor. Y mostró que puedes confiar en el Padre, cuya voluntad a veces es que bebas una copa que realmente desearías no tener que beber.
Pero es sólo porque hay un gozo inefable y lleno de gloria para los que lo hacen.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común al hombre. Dios es fiel, y no dejará que seáis tentados más allá de vuestra capacidad, sino que con la tentación también os dará la vía de escape, para que podáis soportarla”. (1 Corintios 10:13).
La gracia sea con todos ustedes que están luchando ahora.