Escuche

Nos pareció que si el enfoque de la conferencia de pastores va a ser sobre el pastor como padre— tanto de una iglesia como de una familia, entonces tener a los hijos juntos podría permitirles captar una visión de a qué están llamados sus padres y cuáles son los desafíos que enfrentan sus padres.

Preguntar a los padres por venir es, en parte, una forma de mostrar respeto. ¿Y no sería increíble ver unos cientos de equipos de tres generaciones en la conferencia, todos escuchando mensajes sobre Dios como nuestro padre, pastores como padres y misiones como paternidad? Pedirle a los padres e hijos que vengan es una forma de desarrollar en la virilidad de los hijos, padres y abuelos un sentido del gran llamado que es ser un hombre, un padre y un líder de una iglesia.

Si esos chicos pudieran escuchar a 1.300 hombres cantar sobre ese tema, creo que podría cambiar absolutamente la vida de algunos de ellos. Puede que nunca lo olviden.