La exhortación es buena para que no minimicemos el sacrificio de las mujeres estadounidenses que han muerto en combate, incluso si pensamos en su presencia en el frente es un poderoso comentario sobre la cobardía de nuestros líderes militares y políticos masculinos. No es un comentario sobre la cobardía de las mujeres. No recomiendo a las mujeres en combate. Pero encomiendo los sacrificios del amor por la causa de la verdad y la justicia.
 
Toda mi posición asume que las competencias y el carácter no son los criterios para quien lucha contra el enemigo. Las mujeres pueden ser más valientes que los hombres en cualquier situación dada. Pueden tener una visión más noble. Pueden ser más inteligentes. Ese no es el problema. Lo que Dios ha escrito en nuestros corazones y ha diseñado para nuestra supervivencia y nuestro gozo es el tema. La virilidad se interpone entre las mujeres y el enemigo. Eso es parte de lo que significa la masculinidad. Eso es lo que somos por diseño de Dios. El coraje de las mujeres se mostrará de cien maneras. Pero cuando un hombre está cerca, no explotará ese coraje para pelear la batalla donde pertenece.