2 Timoteo 4:10 – Demas enamorado de este mundo me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica.

Marcos 4:17-18 – No tienen raíz en sí mismos y duran un tiempo… Otros son los sembrados entre espinas; ellos son los que oyen la palabra, pero las preocupaciones del mundo y el deleite en las riquezas y el deseo de otras cosas entran y ahogan la palabra, y resulta infructuosa.

Mateo 24:12-13 – Y debido a que la maldad se multiplica, el amor de la mayoría de los hombres se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, se salvará. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces llegará el final.

1 Corintios 15:58 – Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Gálatas 6:9 – Y no nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

Hebreos 2:1 – Por lo tanto, debemos prestar más atención a lo que hemos oído para no desviarnos de él.

Hebreos 3:12-14 – Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón malo e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo. Antes bien, exhortaos unos a otros todos los días, mientras sea llamado hoy, para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos partícipes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra primera confianza.

Hebreos 10:35-36 – Por tanto, no desechéis vuestra confianza, que tiene gran galardón. Porque tenéis necesidad de perseverancia, para que podáis hacer la voluntad de Dios y recibir lo prometido.

Hebreos 12:1-2 – Por tanto, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el pionero y consumador. de nuestra fe, el cual por el gozo puesto delante de él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y está sentado a la diestra del trono de Dios.

Hebreos 12:13-14 – Por tanto, levantad vuestras manos caídas y fortaleced vuestras rodillas debilitadas, y haced sendas derechas para vuestros pies, para que la coja no se descoyunte, sino que más bien se sane.

Romanos 8:23-25 – No sólo la creación, sino nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente esperando la adopción como hijos, la redención de nuestros cuerpos. Porque en esta esperanza fuimos salvos. La esperanza que puedes ver, no es esperanza. ¿Quién espera lo que ve? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

Hechos 20:24 – Pero no estimo mi vida de ningún valor ni como preciosa para mí mismo, con tal de que pueda cumplir mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

1 Tesalonicenses 1:3 – Acordándonos ante nuestro Dios y Padre de vuestra obra de fe y labor de amor y firmeza de esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

2 Tesalonicenses 3:5 – Que el Señor dirija vuestros corazones al amor de Dios ya la constancia de Cristo.

Santiago 4:7-8 – Tened, pues, hermanos, paciencia hasta la venida del Señor. He aquí, el agricultor espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía. Ten paciencia también.

1 Pedro 5:10 – Y después de haber padecido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, él mismo os restaurará, establecerá y fortalecerá. A él sea el dominio por los siglos de los siglos. Amén.

Textos sobre la guarda de Dios: Judas 24ss; 1 Corintios 1:8; 1 Tesalonicenses 5:25, etc.