Es muy bíblico ser enterrado bajo tierra.  La Biblia dice que Dios «formó al hombre del polvo de la tierra», (Gén. 2:7), y luego dijo: “Porque polvo eres, y al polvo volverás”, (Gén. 3:19).  Además, está escrito que «la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de las bestias es la misma». Como muere uno muere el otro…Todos van al mismo lugar.  Todos vinieron del polvo y todos vuelven al polvo,” (Eclesiastés 3:19,20).

Era señal de maldición, de totalfalta de respeto, dejar que un cuerpo se descompusiera al descubierto, como en el caso de la malvada Jezabel, a la cual, cayéndose de una ventana, se le permitió quedarse en tierra, y vinieron los perros y comieron su carne, (I Reyes 21:23-25).  Desde un principio, los muertos fueron enterrados, ya sea en la tierra o colocados en cuevas; está registrado que Abraham enterró a Sara en la cueva de Macpela. Más tarde, cuando murió, su cuerpo también fue colocado allí, (Génesis 25:9,10). 

Hay algunos casos de cremación parcial en la Biblia.  Cuando Saúl y sus tres hijos fueron muertos en la batalla, los filisteos le cortaron la cabeza a Saúl y se la llevaron.  Más tarde vinieron los habitantes de Jabes, sacaron los cuerpos de Saúl y de sus hijos, los quemaron, tomaron los huesos que habían quedado y los enterraron debajo de un árbol, (I Samuel 31:8-13).   Pero este procedimiento no era la norma.  Los judíos practicaban los entierros.

Se cree que la cremación se originó en la India.  Buda fue incinerado en el 483 a. C. y sus cenizas fueron esparcidas en el río Ganges.  Los griegos y los etruscos practicaban tanto la cremación como los entierros, y los romanos siguieron su ejemplo.  La cremación es simplemente un método más rápido de reducir un cuerpo a polvo.

En cualquier caso, estos procedimientos no afectan de ninguna manera el destino del muerto. strong>, porque la Biblia es clara en un punto importante: que “los vivos saben que morirán; pero los muertos no saben nada” (Eclesiastés 9:5).  Entonces, no es de extrañar que Jesús, quien entendió que poseía el poder de resucitar a la humanidad, dijo: «No se maravillen de esto porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz». y sal…” Juan 5:28, 20. Recuerde: “Así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados”. 1 Corintios 15:22.