Fue una temporada fructífera,
El verano acaba de terminar,
Y tenemos todos los motivos
Para alegrarnos por lo que hemos empezado.

Si los que sembraron en llanto
Segarán con júbilo,
Mucho más iremos saltando
¡Quien sembró en fiesta!

La Escritura la conocemos con seguridad:
“El hombre planta; Dios da el crecimiento.”
Y así confiamos puramente en Él,
A quien se debe toda la vida.

Sin embargo, podría desear acelerar
Y hacer florecer la plántula,
Para abrazar la tierra en la que está colocada
Y darle mi amor para nutrirla.

Dios conoce el momento de la cosecha
Y hace mucho tiempo que lo planeó;
Y aunque el hombre se esfuerce al máximo,
Los propósitos de Dios son de granito.

Así que tendré que esperar ‘hasta
que la fruta del verano esté más madura,
cuando des a luz el próximo abril
a Halleluja Piper.

Tu esposo inmoderadamente feliz,

Johnny