Transcripción de audio

Cuando hablo de la comunión cristiana como un medio de perseverancia, la comunión que tengo en mente es este vínculo mutuo. Y creo que la palabra mutual sería la contraparte en inglés, si koinonia pudiera ser un adjetivo. El lazo mutuo que los cristianos tenemos con Cristo nos involucra — involucra a cada persona en esta sala, si usted se considera cristiano, unido a Jesús por la fe — en una profunda (ojalá tuviera una palabra mejor) profunda, eterna relación de amor con unos a otros y a todos los demás cristianos. Profundo, profundo, eterno.

Cuando pienso en ti ahora mismo, las cien personas en esta sala, piensa en ello: para siempre, tú y yo. Y todos los demás aquí. Si pertenecemos a Jesús para siempre, será mejor que superemos algunos problemas entre nosotros. Es para siempre, profundo y glorioso. No hay otro camino a seguir que este vínculo mutuo que tenemos en Cristo.

Y se expresa, por lo tanto, en afecto gozoso, nada de esto de que «el amor es una elección». La Biblia abunda en palabras acerca de las relaciones entre los creyentes que van mucho más allá de “Elegí que me gustaras, imbécil”. es cariño Es algo que realmente ha cambiado acerca de cómo nos sentimos acerca de otros creyentes, y si no lo hacemos, tenemos un gran problema con el que lidiar.

Este vínculo mutuo que tenemos juntos en él nos une. en una profunda y eterna relación de amor, expresándose en el humilde servicio mutuo. Y esa es la esencia del compañerismo que se convierte en el medio de la perseverancia.

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