No hay ninguna escritura que identifique específicamente a Melquisedec. Sin embargo, en el Salmo 110:4 (NVI) Dios le habla a Su Hijo diciendo: «Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec». Nuevamente en Hebreos 7:1-3, Pablo enseña que Melquisedec representa a Jesús, “Porque este Melquisedec…por la traducción de su nombre, ‘Rey de justicia’ y luego también es rey de ‘Salem’ es decir, rey de la ‘Paz’. Es sin padre, ni madre, ni genealogía, y no tiene principio de días ni fin de vida, sino que, semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.”  ; Esto significa que Melquisedec es un título – no es un nombre, y que se nos mantiene específicamente ignorantes tanto de sus padres como de sus hijos.
Esta falta de conocimiento es por la dirección de Dios y la lección para nosotros es que lo que Melquisedec, o el “Rey de Justicia” hace es donde debemos centrar nuestra atención. Cuando nuestro Señor Jesucristo asuma su gran autoridad como Rey y Sacerdote, ciertamente será el rey de la “Paz” del orden de Melquisedec.
Respecto a la figura histórica, leemos en Génesis 14:18-20, “Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino. Era sacerdote del Dios Altísimo, y bendijo a Abram, diciendo: «Bendito sea Abram del Dios Altísimo, Creador de los cielos y de la tierra». Y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tu mano.’ Entonces Abram le dio los diezmos de todo”. De esto aprendemos que Melquisedec era el superior de Abraham, merecedor de sus diezmos.
Muchos eruditos bíblicos también especulan que Melquisedec pudo haber sido el constructor del Gran Pirámide de Guiza. Como líder de los pacíficos reyes hicsos, estuvo en la zona durante el período de tiempo en que se construyó la pirámide. Sin embargo, este pensamiento, como casi todo lo que rodea a este hombre notable, es algo que ahora no podemos saber con certeza.