¿Qué quiso decir Jesús cuando le dijo a María que no lo tocara porque no había subido a su Padre (Juan 20,17)?
No siempre es fácil de entender exactamente lo que significan las Escrituras. Una posible explicación a Juan 20:17 puede ser la siguiente. En conversaciones previas con sus discípulos, Jesús dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si no fuera así, os lo habría dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, allí vosotros también estéis”. (Juan 14:2, 3).
Cuando María Magdalena vio al Señor vivo otra vez, después de haber presenciado su muerte en la cruz, pudo haber pensado que había vuelto por sus discípulos, para llevárselos con él. Pero Jesús le asegura que todavía no ha subido al cielo, a su Padre, que, por tanto, aún no ha «preparado lugar para ellos». De ahí que le pida a María que deje de “aferrarse a [él]”, (más cercano al griego que “No me toques”), y, más bien, vaya y diga a los otros discípulos que pronto se va al Padre. para prepararles un lugar: «Ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios».
Habiendo cumplido su misión en la tierra fielmente, y, como recompensa, habiéndosele concedido una resurrección divina, Jesús puede decir a sus seguidores: “ Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Sus discípulos ahora pueden estar seguros de que él estará en condiciones de prepararles las cosas.