Predicación sobre la reconciliación racial
En un artículo en PreachingToday, Bryan Loritts habla sobre cómo tratar el tema de la reconciliación racial en la predicación. Él escribe:
“La predicación sobre la raza es necesaria si hemos de predicar todo el consejo de Dios. Como les he suplicado a los jóvenes plantadores de iglesias que aspiran a liderar ministerios multiétnicos, la raza nunca debe ser el epicentro de su predicación. En cambio, debe ser el evangelio. No soy sociólogo. Soy un predicador de la Palabra de Dios. Lo que salva a la gente no es volverse más racialmente inclusivos o sensibles; es la cruz de Cristo.
“Predicador, cada vez que te vuelves más ruidoso en asuntos de raza que en el evangelio, acabas de crear un ídolo y has embotado la fuerza y la eficacia de la cruz. Predique a Cristo, pero cuando predicamos sobre el Gran Reconciliador, no podemos evitar hablar sobre la raza de vez en cuando.
“(Durante) los últimos 10 años de predicación en Fellowship Memphis, he aprendido cuatro lecciones que me han servido mucho a la hora de abordar el tema de la raza. Una es que el predicador que se atreve a hablar de raza necesita ser valiente. La herida del racismo es increíblemente sensible e incitará emociones profundas entre todos los involucrados. La gente se resistirá e incluso se irá. Se herirán los sentimientos sin importar qué tan gentilmente intentes decir las cosas. La predicación no es un concurso de popularidad, y debes ir a la guerra con tu deseo de ser querido, afirmado y aplaudido.
“La Palabra de Dios a Josué es un recordatorio necesario para todos los predicadores , y en especial a los que se atreven a hablar de raza: ‘¿No te lo he mandado? Se fuerte y valiente. No temas, ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas’ (Josué 1:9).” (Haga clic aquí para leer el artículo completo).