Navidad y maldad

Todavía pensando en la Navidad, me atrae este extracto de NT Wright de su libro Por Todo el valor de Dios: la verdadera adoración y el llamado de la Iglesia:

“Para muchos, el cristianismo es solo un hermoso sueño. Es un mundo en el que la realidad cotidiana se vuelve un poco borrosa. Es nostálgico, acogedor y reconfortante. Pero el verdadero cristianismo no es así en absoluto. Tome la Navidad, por ejemplo: una temporada de nostalgia, de villancicos y velas y fuego y niños felices. Pero eso no entiende el punto por completo.

“La Navidad no es un recordatorio de que el mundo es realmente un lugar antiguo bastante agradable. Nos recuerda que el mundo es un lugar terriblemente malo, donde la maldad florece sin control, donde los niños son asesinados, donde los países civilizados ganan mucho dinero vendiendo armas a los incivilizados para que puedan destrozarse unos a otros. La Navidad es Dios encendiendo una vela; y no enciendes una vela en una habitación que ya está llena de luz solar. Enciendes una vela en una habitación que está tan turbia que la vela, cuando se enciende, revela lo mal que están las cosas en realidad. La luz brilla en las tinieblas, dice San Juan, y las tinieblas no la han vencido.

“La Navidad, entonces, no es un sueño, un momento de escapismo. La Navidad es la realidad, que muestra el resto de la realidad. Y para Navidad, aquí, lee Cristianismo. O Jesús es el Señor del mundo, y toda la realidad tiene sentido a Su luz, o es peligrosamente irrelevante para los problemas y posibilidades del mundo de hoy. No hay término medio. O Jesús era, y es, la Palabra de Dios, o Él y las historias que los cristianos cuentan acerca de Él son mentiras.”