¿Es 2020 un año perdido?

Es fácil trivializar o dramatizar los acontecimientos que han conformado 2020 hasta ahora. Lo hemos escuchado todo, desde «Es solo un engaño político» hasta «El mundo se está acabando». Sin embargo, una cosa es segura, ha sido un año de pérdidas. Muchos eventos importantes de la vida han tenido que cancelarse o posponerse, como: vacaciones, viajes de misiones, campamentos/conferencias, graduaciones, fiestas de cumpleaños/aniversarios, reuniones, bodas, lunas de miel, funerales/servicios conmemorativos, etc.

Para otros, las pérdidas han sido aún más trágicas, incluida la pérdida de empleos o ingresos y la muerte de seres queridos. Ya sea que haya perdido mucho o poco, este año nos ha impactado a todos de una manera que nunca olvidaremos.

Entonces, ¿lo arrojamos a un año perdido? ¿La Escritura tiene algún consejo?