Inseguridad. Es esa persistente sensación en lo profundo de tu alma de que simplemente no eres lo suficientemente bueno. Que hay algo intrínsecamente mal contigo. Que no eres digno de amor y aceptación. Es doloroso y desalentador, pero no tiene que ser permanente.
Dios valora tanto a todas y cada una de las personas que dio a su Hijo para que pudiera tener una relación sin obstáculos con nosotros. Aunque muchos de nosotros sabemos esto, todavía luchamos con sentimientos de inseguridad que parece que no podemos superar.
Si ha tratado de superar la inseguridad en su vida, aún se encuentra profundamente en su desesperación, hay esperanza.
Dios anhela liberarnos de la esclavitud de la inseguridad, pero tenemos un papel que desempeñar para encontrar esta libertad. Aquí hay seis cosas que puede hacer para comenzar su viaje hacia la libertad de los efectos debilitantes de la inseguridad.