5 Maneras refrescantes de dar la bienvenida a la renovación más allá de la Pascua

A medida que se acerca la Pascua cada año, nuestra familia tiene las conversaciones habituales sobre quién será el anfitrión del brunch o la cena y a qué servicio religioso asistiremos. ¿Quién se apunta al servicio del amanecer y quién quiere dormir hasta tarde? Probablemente tengas discusiones similares. 

Fácilmente podemos preocuparnos por nuestras tradiciones: actuaciones, cantatas, desfiles, ropa nueva, reuniones familiares, decoración de la casa, búsqueda de huevos y cestas de Pascua. Todas las cosas buenas. Pero pronto termina uno de los días más sagrados del año.

Probablemente fuimos a la iglesia, hicimos una oración antes de las comidas, tal vez incluso leímos algunos pasajes de la Biblia sobre la Última Cena, Getsemaní, la Crucifixión y la Resurrección. 

Pero, ¿nos tomamos tiempo para alabar a Dios por el doloroso sacrificio de su Hijo, Jesucristo, y considerar cómo cambió nuestra vida? ¿Y cómo vivimos así siempre?