En el lenguaje profético de las Escrituras, la condición de la raza humana a lo largo de toda su historia en pecado e ignorancia, sufrimiento y muerte , se asemeja a una noche oscura. "Las tinieblas cubren la tierra y densas tinieblas las personas" es la declaración del Profeta. Verdaderamente ha sido un tiempo terrible de oscuridad en el que la humanidad ha estado buscando a tientas las mejores cosas que instintivamente todos se dan cuenta de que no existen en este momento, sino que deben llegar de alguna manera, en alguna parte. ¡Y en esta noche espantosa cuántos han soñado sueños espantosos, teniendo ante sus mentes la espantosa pesadilla del tormento eterno! Pero, gracias a Dios, las Escrituras representan que se acerca un día, "El Día del Señor" en cuyo amanecer se desvanecerán todas las sombras de la ignorancia y los prejuicios. El salmista, en expresiones poéticas, retrata la transición de la oscuridad de la noche al glorioso resplandor del día. "El llanto puede durar una noche; pero el gozo viene por la mañana. Sí, será un tiempo de alegría para el mundo cuando todos serán iluminados acerca de la bondad del Creador y cuando la tristeza y el suspiro; el sufrimiento y la muerte no serán más. El "Sol de Justicia" serán formados por los miembros de la Iglesia de Cristo, como declaró el Señor Jesús: «Los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre». (`Mat. 13:43`) Se levantará con «sanidad en sus rayos»; en el sentido de que la Iglesia junto con su Señor se manifestará en poder y gran gloria a todo el mundo e iluminará toda la tierra con el conocimiento de la gloria del Padre que redundará en la sanidad y bendición de todas las familias, parentela y naciones de la tierra. No es de extrañar que «toda la creación gime y sufre dolores de parto a una hasta ahora, esperando la manifestación de los Hijos de Dios». –este glorioso Sol de Justicia. (`Romanos 8:22,19`)