¿Es pecado ser promedio?
¿Se supone que la espiritualidad que agrada a Dios nos transforma en una especie de súper santo? Como cristiano nuevo, habría respondido: “Por supuesto”.
Todos mis héroes de fe fueron guerreros que movieron montañas y cargaron colinas para Dios. No había duda del mensaje subyacente: si Dios alguna vez se apoderó de mí, o de cualquier otra persona… ¡entonces cuidado, mundo!
Foto cortesía: Unsplash