4 Razones para encontrarse con Dios en secreto

«Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto, y a tu Padre el que ve en lo secreto te recompensará en público”. (Mateo 6:6)

Casi todos tienen un lugar “especial” donde les encanta relajarse, participar en una actividad favorita o estar en paz. De hecho, algunas personas, como yo, tienen varios. Una vista panorámica desde una cubierta trasera. Un sótano acogedor. Pero, ¿tienes un lugar especial para reunirte con Dios y orar? ¿Un lugar donde puedes “cerrar la puerta”, sabiendo que nadie puede molestarte?

Cuatro Razones para Encontrarte con Dios en Secreto

En su enseñanza sobre la oración en el Sermón de el Monte, Jesús subraya la importancia de tener un lugar así. He encontrado cuatro razones por las que enfatiza un lugar secreto: intencionalidad, privacidad, intimidad e integridad.

1. Intencionalidad

Vamos a lugares con propósitos específicos en mente. Cuando vamos a trabajar, estamos allí para trabajar. Cuando vamos al gimnasio, estamos allí para hacer ejercicio. Cuando vamos a nuestro lugar secreto con Dios, debemos estar allí para pasar tiempo con él, y por ninguna otra razón. Ir a un lugar específico para un propósito específico produce el tipo de intencionalidad que falta en la vida de muchos cristianos.

2. Privacidad

La palabra “closet” que usa Jesús en Mateo 6:6, tameion, se define en el Strong’s Greek Dictionary como una cámara secreta, un lugar donde una persona puede retirarse para tener privacidad o un lugar de almacenamiento (como un armario). Estos tres conceptos enfatizan inequívocamente que este lugar debe ser privado y aislado de las idas y venidas del hogar. Debe ser un lugar donde el mundo pueda ser excluido. La razón por la que tal privacidad es necesaria para la oración es clara: la privacidad fomenta la honestidad y la honestidad fomenta la relación.

¿Cómo podemos orar libre y abiertamente con Dios cuando hay otros cerca que pueden molestarnos y escucharnos? orar en cualquier momento? Tener un lugar de encuentro secreto con Dios previene cualquier obstáculo a la comunión ininterrumpida que es esencial para la oración significativa.

3. Intimidad

La intimidad viene justo después de la privacidad. Sin la seguridad de la privacidad, es imposible tener una relación profunda con otra persona. Incluso cuando la amistad o relación íntima se desarrolla en un entorno grupal, se debe a cierta privacidad que rodea al grupo, lo que permite que las personas se vinculen sin la presencia molesta de extraños. No hay intimidad sin privacidad.

Además, compartir un lugar especial y secreto es un acto íntimo en sí mismo. Si hay un lugar donde te encuentras con una persona y con nadie más, ese lugar se convierte en un santuario sagrado para la relación. Se convierte en más que un lugar. La idea de compartir ese lugar con otra persona para fines similares puede incluso parecer una blasfemia. Simplemente ir a ese lugar especial y secreto crea una expectativa en sí misma. De la misma manera, tener un lugar especial y secreto para encontrarnos con el Padre crea una expectativa, incluso antes de que lleguemos, de que Dios ya está allí, deseoso de reunirse con nosotros.

4. Integridad

En esta parte del Sermón del Monte, Jesús está hablando de la justicia exterior y la justicia interior. Habla de cómo los fariseos oraban en voz alta, en público, para que la gente viera su piedad y quedara impresionada. Jesús dice que “ya tienen su recompensa” (Mateo 6:5), lo que significa que la alabanza de los hombres es todo lo que recibirán por esta acción. Dios no los recompensará.

Jesús, en cambio, enseña a sus seguidores a “entrar en su aposento” para orar, para que no reciban elogios de la gente. Si no recibimos elogios de la gente, entonces nuestra recompensa es del Padre, una recompensa mucho mejor. Orar en un lugar secreto y especial elimina el elemento de «tratar de impresionar» de la oración y nos deja desnudos y abiertos ante el Padre en un entorno donde ya no tenemos ninguna motivación para orar por las razones equivocadas.

Obviamente, también debemos orar a menudo con los demás. Jesús enseñó claramente sobre el poder de la oración de acuerdo. Si Jesús nos enseñó a orar solos en secreto y con los demás de acuerdo, obviamente debe haber un equilibrio de ambos en la vida cristiana.

Encuentra tu lugar secreto

Esta enseñanza acerca de tener un lugar especial y secreto para estar a solas con Dios ha profundizado mi vida de oración en formas que nunca imaginé. ¡Y es simple y práctico! Cuando capté por primera vez esta enseñanza, me di cuenta de que el pequeño “rincón” debajo de las escaleras en el sótano sería un lugar perfecto para la oración. Es un pequeño espacio escondido y estrecho que no tiene otro uso en la casa. Así que mi esposa y yo usamos marcadores para escribir pedidos de oración en las paredes, así como promesas bíblicas relacionadas con la oración. Ahora, cuando voy allí, es sólo para orar. Y cuando voy allí a orar, hay una expectativa allí cuando llego: Dios ya está allí, deseoso de encontrarse con su hijo amado.

Encuentra un lugar especial y secreto para encontrarte con Dios. Agregará intencionalidad, privacidad, intimidad e integridad a tus momentos de oración, y te encontrarás deseando cada vez más tus encuentros con tu Padre.

Contenido tomado de UnlockingTheBible.org, originalmente adaptado del blog The Psalms Project. Usado con permiso.

Shane Heilman fundó The Psalms Project después de grabar cinco álbumes independientes y actuar en todo el Medio Oeste y Nashville como cantante/compositor, guitarrista y líder de alabanza. También es el fundador y presidente de Way Deeper Ministries, un ministerio de discipulado cuya misión es enseñar y equipar a las personas en las disciplinas espirituales. Actualmente vive en Rapid City, SD, con su esposa, Emily, y sus cuatro hijos. Le encanta leer y jugar ultimate frisbee (no al mismo tiempo) y es el saltador más rápido del mundo.

Imagen cortesía: Unsplash.com

Fecha de publicación: 23 de junio de 2017