Generalmente se reconoce que la Biblia es uno de los libros más difíciles de entender en toda la tierra. Las mentes más brillantes del mundo durante siglos han diferido en cuanto a sus enseñanzas. Bibliotecas enteras de libros han sido escritas por autores cuyos puntos de vista han entrado en conflicto lamentablemente entre sí. Todo el mundo cristiano de hoy está dividido en más de seiscientas facciones cuyas ideas en cuanto a las enseñanzas de la Biblia están en desacuerdo entre sí. Sí; la Biblia es difícil de entender, y pocos son los que la entienden. Es claramente evidente que su Gran Autor no deseaba que fuera entendido por todos, y la Biblia misma testifica en armonía con este pensamiento. Los discípulos se acercaron al Maestro en una ocasión y le hicieron, prácticamente la misma pregunta que ahora estamos considerando. Dijeron «¿Por qué les hablas (a la gente) en parábolas (dichos oscuros?)» En otras palabras: ¿Por qué Señor, no enseñas al pueblo en un lenguaje claro, claro y sencillo, para que todos puedan entender? “Él respondió y les dijo: Porque a vosotros (mis seguidores) os es dado saber los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no les es dado”. (`Mat. 13:10,11`). Los "misterios del Reino" el plan Divino de las Edades revelado en las Escrituras, cuyo conocimiento es sólo para aquellos que entran en armonía con la voluntad Divina del Dios Todopoderoso, el Señor Soberano de toda la creación. La Biblia es un libro sellado para todos los demás, sin importar cuán intelectuales puedan ser. Véase `1 Cor. 2:7-14`.