¡Cómo dejar de preocuparse y empezar a vivir!
Hace poco escuché una historia sobre un niño pequeño que le tenía miedo a los gorilas.
En su miedo, el niño se convenció de que un gorila vivía debajo de su cama… ¡y que el gorila se lo comería cuando durmiera! Así que noche tras noche, el niño dormía con las mantas sobre la cabeza, creyendo que si el gorila no podía verlo, no se lo comería.
Y a pesar de que ese niño pequeño se acaloraba y sudaba mucho mientras estaba debajo de sus sábanas, siguió durmiendo de esa manera noche tras noche. ¡Solo sabía que mantener esas cobijas sobre su cabeza evitaría que el gorila se lo comiera mientras dormía!
Por supuesto que este niño creció y superó su miedo a los gorilas. Pero cuando lo piensas, ¿no actuamos tú y yo exactamente como este niño pequeño cuando decidimos preocuparnos? ¡Porque el hecho es que generalmente nos preocupamos por cosas que realmente no existen!
En nuestro propio miedo y falta de fe, anticipamos irracionalmente lo peor. Y como resultado, comenzamos a sudar y entrar en pánico, ¡todo por algo que realmente nunca sucede!
En el libro de Proverbios, Salomón compara la preocupación y la ansiedad con un peso… un peso que «aplasta al hombre» (12:25). Y me gustaría que se tome un tiempo para pensar qué “gorilas” en su vida le están agobiando.
Sabes, como padre, abuelo y ahora bisabuelo, puedo decirte que hay mucho de qué preocuparse en la vida. ¿Pero sabes que? Como creyentes, la Escritura no nos da la opción de preocuparnos. En ninguna parte de la Biblia nos da permiso para preocuparnos.
De hecho, Jesús nos pregunta en Lucas 12:25-26: “¿Quién de vosotros, afanándose, podrá añadir una sola hora a su vida? Ya que no puedes hacer esta pequeña cosa, ¿por qué te preocupas por el resto?
Si usted lucha con el problema de la preocupación en su vida hoy (¿y quién no lo hace de vez en cuando?), quiero darle un poco de aliento. ¡Quiero mostrarte cómo dejar de preocuparte y empezar a vivir de verdad!
Como sabes, preocuparte involucra tu vida mental. Así que quiero que pienses en tu vida mental como un corral. Todo dentro de ese corral es lo que sabes que es verdad. Pero a medida que avanzamos en la vida, es fácil dejar que nuestros pensamientos se salgan del corral y entren en el territorio de la preocupación y la ansiedad.
¡Es por eso que tú y yo tenemos que construir cercos fuertes alrededor del corral de nuestra vida de pensamientos! ¿Y cómo construimos estas cercas? Con la verdad de la Palabra de Dios. La única forma de detener la preocupación en seco es atacarla con las Escrituras.
Al final de este artículo, he enumerado algunos versículos bíblicos muy útiles que hablan directamente del tema de la preocupación. Y mientras lees estos versículos, te animo a que memorices cada uno de ellos, para que comiences a “construir cercas” alrededor de tu mente.
Para empezar, un buen pasaje es uno que probablemente le resulte muy familiar: Filipenses 4:6-8. Dice lo siguiente:
No te preocupes por cualquier cosa, pero en todo, con oración y ruego, con acción de gracias, presentad vuestras peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. En fin, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo noble, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo admirable, si algo es excelente o digno de alabanza, pensad en tales cosas.
Cada vez que tu mente se sienta tentada a saltar la valla y empezar a preocuparte, di este verso en voz alta o para ti mismo. Puede que incluso tengas que repetirlo una y otra vez. Eventualmente, la verdad de la Palabra de Dios redirigirá su pensamiento… ¡y aprenderá a vivir sin el peso de la preocupación que lo ata!
Amigo, puedes dejar de preocuparte y empezar a vivir de verdad. ¡Y es mi oración que Dios anime tu corazón con esta promesa hoy!
Versículos que lo ayudarán a “eliminar” las preocupaciones:
- Filipenses 4:6-8
- Juan 14:27
- Deuteronomio 31:8
- Salmos 27:1
- Salmos 34
- Proverbios 18:10
- Isaías 41:10
- Romanos 8:28
- 2 Timoteo 1:7
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