…el llanto puede durar toda la noche, pero un grito de alegría llega por la mañana. – Salmo 30:5
David experimentó tantos altibajos, triunfos y tristezas como cualquier otra persona en su vida. Como pastor, asesino de gigantes, héroe popular, guerrero, fugitivo, exiliado, padre y rey, lo había visto todo y ciertamente no era ajeno a la naturaleza inesperada e impredecible de la vida.
Pero en todo, David, a quien se refiere la Biblia como un “varón conforme al corazón de Dios” (Hechos 13:22), mantuvo sus ojos en el Señor. Cuando los tiempos eran difíciles, clamó a Dios con frustración; y cuando Dios fue fiel, David levantó su voz en alabanza.
Hoy, los creyentes se sienten alentados por la vida y la transparencia de David, quien demostró ser mucho más que un guerrero o un rey. En los momentos felices, los momentos desesperados y cada temporada intermedia, David vertió sus emociones en la poesía y la música. Conocemos estas canciones hoy como los Salmos.
El Salmo 30:5 en particular ofrece una idea de la promesa de la resurrección de Jesús y la renovación de que después de nuestras noches más oscuras podemos ver el gozo en la mañana.</p