Tomás, ampliamente conocido por su apodo, «Tomás el incrédulo», fue uno de los 12 discípulos elegidos por Jesús y sus seguidores más cercanos durante su ministerio terrenal. Si bien fue un devoto siervo de Jesús que luego jugaría un papel vital en la iglesia primitiva, la frase común de su apodo, «Tomás el que duda», se da en respuesta a su incredulidad profesada en la resurrección de Jesús.
Hoy en día, un “Tomás incrédulo” es un nombre que se le da a alguien que es notoriamente pesimista, carece de fe o duda de lo que no ha visto con sus propios ojos. Desafortunadamente, aunque Tomás se mostró escéptico sobre la resurrección al principio, su apodo puede no ser tan apropiado como la historia o la iglesia han asumido. Conozcamos un poco mejor a Thomas: