¿Es el adulterio el final seguro del matrimonio?

¿Respuesta corta? No.

Ahora que he enfurecido a un gran grupo de lectores, permítanme continuar con la explicación.

No. El adulterio no es un final seguro para un matrimonio. De hecho, conozco a varias parejas casadas que han atravesado los fuegos del adulterio y sus terribles consecuencias en una relación, y siguen casados, y con mucha fuerza, hoy. Dicho esto, el adulterio puede ser uno de los actos más dañinos contra el matrimonio, si no el más dañino. Es una traición a la confianza y al compromiso; una vez que esos dos elementos se rompen, habrá cicatrices a largo plazo incluso si se curan. Dentro del ámbito cristiano, el adulterio como justificación para el divorcio a menudo se convierte en un importante punto de debate. Algunos argumentan que Jesús mismo permitió la terminación de un matrimonio debido a la infidelidad, mientras que otros cuestionarían eso y dirían que Jesús no estaba emitiendo una tarjeta para salir del matrimonio sin pagar a ninguna víctima de adulterio.

Vamos a explicar un poco. Cuando se enfrentó a la cuestión de la concesión del divorcio, Jesús resumió su respuesta en Mateo 3 diciendo: «Y yo os digo: cualquiera que repudia a su mujer, excepto en caso de inmoralidad sexual, y se casa con otra, comete adulterio». John Piper argumenta que el griego original usado en las Escrituras ayuda a definir lo que Jesús realmente quiso decir cuando insertó lo que parece ser una «cláusula de excepción» para divorciarse por adulterio. (Sobre el divorcio y el nuevo matrimonio en caso de adulterio