Por Aaron Earls

Probablemente no aparecerán a la iglesia esta semana, pero los que no tienen afiliación religiosa aún pueden orar.

Un estudio de Pew Research encontró que el 76 por ciento de los estadounidenses dicen que agradecieron a Dios por algo en la última semana. Eso incluye al 37 por ciento de los que no tienen afiliación religiosa.

Una cuarta parte de los que no tienen ninguna religión también dice que le pidió ayuda a Dios la semana pasada, mientras que el 6 por ciento dice que se enojó con Él.

Religiosos es mucho más probable que las personas digan que se han vuelto a Dios recientemente, pero es digno de mención cuántos de los que afirman no tener fe todavía informan haber hablado con Dios.

Los que no tienen afiliación religiosa se dividen en dos categorías: ateos/ agnósticos y aquellos que son “nada en particular”. Casi la mitad (48 por ciento) de los que se clasifican como nada en particular dicen que expresaron su gratitud a Dios en la última semana. Un tercio (32 por ciento) dice que le pidió ayuda a Dios.

Incluso una porción de ateos y agnósticos dicen que agradecieron a Dios la semana pasada (18 por ciento) y le pidieron ayuda (13 por ciento).

Como era de esperar , los cristianos, especialmente los evangélicos y los protestantes negros, son mucho más propensos a decir que agradecieron a Dios y le pidieron ayuda.

Entre todos los cristianos, el 88 por ciento dice que agradeció a Dios y el 80 por ciento le pidió ayuda. Entre los evangélicos, el 93 por ciento ofreció gratitud y el 87 por ciento pidió ayuda. Para los protestantes negros, el 96 por ciento le dio las gracias a Dios y el 91 por ciento recurrió a Él en busca de ayuda.

Al considerar solo a los altamente religiosos, aquellos que rezan todos los días y asisten a los servicios religiosos cada semana, prácticamente todos (99 por ciento) agradeció a Dios y pidió ayuda (98 por ciento). Algunos (10 por ciento) incluso se enojaron con Dios.

Entre los no muy religiosos, el 68 por ciento agradeció a Dios por algo en la última semana, el 55 por ciento le pidió ayuda y solo el 7 por ciento dice que se enojó con Dios.