5 Las trampas del enemigo

Cada uno de nosotros es responsable de su pecado, pero todavía luchamos contra un enemigo que quiere devorarnos (1 P 5, 8). De hecho, podríamos enumerar múltiples asechanzas del enemigo, donde trata de atraparnos en el pecado. Aquí, sin embargo, hay algunos recordatorios que probablemente todos necesitemos:

5 trampas del enemigo

1. Él magnifica lo temporal y minimiza lo a largo plazo.

El pecado trae placer a veces, pero el enemigo no quiere que veamos que es sólo fugaz. Tampoco quiere que reconozcamos que el placer temporal conduce a ataduras y juicios.

2. Él eleva el temor de perderse algo sobre el gozo de la obediencia.

“Mira lo que te estás perdiendo si sigues a Dios”, es un estribillo que el enemigo ha usado con nosotros desde el Jardín del Edén. Él cuelga el cebo frente a nosotros, lo hace parecer tentador y quiere que olvidemos el gozo que puede traer la obediencia.

3. Él promueve el secreto del pecado sobre la sumisión a Dios.

Así como Adán y Eva se escondieron en el Jardín, así el enemigo quiere que nos escondamos. De hecho, quiere que permanezcamos en la oscuridad, sin someternos nunca a Dios y sin confesar nuestro pecado.

4. Alienta a escuchar la voz del mundo sobre la Palabra de Dios.

Como un comercial diseñado para convencerlo en 30 segundos de comprar algo, el enemigo capitaliza las ofertas de placer, poder, y placer del mundo. y posesiones. Y, a menudo gana porque no conocemos la Palabra lo suficientemente bien como para contrarrestarlo.

5. Prefiere la independencia y el aislamiento sobre el compañerismo con el pueblo de Dios.

Muchos de nosotros somos más vulnerables a la tentación cuando estamos solos, cuando tontamente tratamos de luchar contra el enemigo por nuestra cuenta. . El compañerismo cristiano genuino es un contrapunto a esta tendencia.

¿En cuál de estas cinco trampas del enemigo te encuentras más vulnerable? ¿Cómo vives en victoria en tu vida?

Este artículo sobre las trampas del enemigo apareció originalmente aquí, y se usa con permiso .