Francis Chan: Hemos reemplazado la comunión con ‘un hombre y su púlpito’

En un sermón predicado en una reunión de Church Together en California, Francis Chan discutió el significado que tanto las Escrituras como la iglesia primitiva le dieron a la comunión. Chan argumentó que la iglesia estadounidense moderna ha reemplazado la comunión con el sermón como el centro de nuestros servicios de adoración modernos.

“Durante 1500 años nunca hubo un hombre y su púlpito era el centro de la iglesia. Era el cuerpo y la sangre de Cristo, e incluso los líderes se veían a sí mismos como participantes”.

Chan dijo que había estado reflexionando sobre Hechos 2:42: “Se dedicaron a la enseñanza de los apóstoles y a comunión, al partimiento del pan y a la oración”. Dijo que si bien puede relacionarse con la dedicación a la enseñanza de los apóstoles a través del estudio de la Biblia y la dedicación a la oración, no siente que se dedique a la fracción del pan y la comunión.

Este punto se le ilustró a Chan cuando un compañero pastor de la India comentó sobre la respuesta de la iglesia estadounidense a los buenos oradores y músicos. “Ustedes no aparecen a menos que haya un buen orador”, recordó Chan que dijo su amigo. El pastor indio explicó que los creyentes en India se reúnen para comulgar. “Eso realmente suena correcto y bíblico”, comentó Chan.

También hay una advertencia en las Escrituras acerca de la comunión que a menudo no tomamos lo suficientemente en serio. En 1 Corintios 11, explica Chan, hay una advertencia de que si comulgamos de una “manera indigna”, Pablo nos dice que podríamos ser juzgados. De hecho, llega a decir que existe la posibilidad de que nos enfermemos o incluso muramos. Sin embargo, muchos de nosotros no pensamos en esta advertencia cuando participamos de la Cena del Señor. Más adelante en el sermón, Chan dice que la respuesta no es evitar la comunión, sino reconciliarse con Dios.

Otro punto en el que Chan se enfoca es la centralidad de la práctica de la comunión en la iglesia primitiva. Además, dice Chan, “durante los primeros 1500 años de la historia de la iglesia, todos la vieron como el cuerpo y la sangre literales de Cristo”. Y no fue hasta hace 500 años que alguien “popularizó la idea” de que los elementos de comunión son un símbolo.

En ese mismo tiempo, hace unos 500 años, alguien colocó un púlpito al frente de la reunión. Fue entonces cuando pasamos de la comunión como el centro físico y el elemento más importante del servicio a «un hombre y su púlpito».

Ahora, nuestro modelo para prepararse para un servicio es que una persona vaya sola a una habitación y estudie durante 20 horas para prepararse para un sermón. “En este momento, tenemos muchachos como yo que van a una habitación a estudiar, mientras que otros muchachos fueron a sus habitaciones y estudiaron, y luego comenzamos a dar mensajes diferentes, muchos contradiciéndose entre sí”. Chan entonces toma prestado un ejemplo de 1 Corintios 3:4 cuando Pablo lamenta la desunión de la iglesia primitiva. “Muy pronto es ‘Yo sigo a Piper’. ‘Yo sigo a Chan’”, explicó, dando un ejemplo moderno del punto que Paul estaba planteando.

“Creo que había algo en tomar la comunión como el centro de la iglesia y reemplazarla con un orador talentoso. No es que ese orador dotado no sea parte del cuerpo de Cristo y un regalo para el cuerpo de Cristo, pero el cuerpo en sí necesita volver al centro de la iglesia”, argumentó Chan.

Además, cuando nos reunimos debemos darnos cuenta de que nos reunimos con “el cuerpo eterno de Cristo”. Chan dice que a menudo nos sentimos “completos en nosotros mismos” porque somos estadounidenses, somos individuos. Pero debemos pensar en nosotros mismos como partes del todo y no estar completos hasta que estemos todos juntos con las otras partes del cuerpo.

La iglesia de hoy está más dividida que en cualquier otro momento de la historia, cree Chan. En nuestros tiempos modernos, literalmente tenemos miles de denominaciones. Sin embargo, la Escritura nos dice que Dios no quiere divisiones en la iglesia. Chan pidió a sus oyentes que pensaran en el hecho de que durante mil años hubo una sola iglesia. ¿Cómo sería en la iglesia estadounidense si honráramos la unidad en el cuerpo de Cristo y la pusiéramos en el centro de nuestros servicios?