El celibato cumple el diseño de Dios para la sexualidad tanto como el matrimonio

En el fuego cruzado entre la visión cristiana del matrimonio y la actividad sexual fuera del diseño de Dios está la expresión del celibato. Elegir abstenerse de la intimidad sexual es difícil, pero es posible y preferible en ciertas situaciones.

Sam Allberry, un pastor y una persona que ha elegido el celibato, tiene algo intrigante que decir sobre el tema:

“Puedes realizar tu sexualidad sin satisfacer necesariamente tus deseos sexuales.”

Allberry nos recuerda que Dios nos hizo seres sexuales por una razón y no solo para nuestra propia gratificación o placer. Estos deseos sirven para señalarnos nuestra máxima consumación, que es nuestra relación con Jesús. Esto es especialmente importante para aquellos que son solteros o célibes, donde puede ser fácil pensar que su sexualidad se está desperdiciando. Nuestra cultura prácticamente ha deificado la sexualidad y, en consecuencia, el quebrantamiento sexual corre desenfrenado. No olvidemos nunca que Jesús es el punto y no nuestra expresión sexual.