5 razones por las que los miembros de la iglesia asisten a la iglesia con menos frecuencia
Hace unos 20 años, un miembro de la iglesia se consideraba activo en la iglesia si asistía tres veces a la semana.
Hoy, un miembro de la iglesia se considera activo en la iglesia si él o ella asiste tres veces al mes.
Algo está mal con esta imagen. Durante 2000 años, la iglesia local, por desordenada que sea, ha sido el lugar de Dios para que los creyentes se reúnan, adoren, ministren y se rindan cuentas unos a otros.
Y cada vez que escribo algo sobre la membresía de la iglesia y asistencia, inevitablemente escucho gritos de “legalismo” o “la iglesia no es un edificio” o “la iglesia es una institución desordenada”.
Pero la iglesia local, la iglesia local desordenada, es lo que Dios ha usado como su principal instrumento para hacer discípulos. Pero el compromiso está disminuyendo entre muchos miembros de la iglesia.
¿Por qué?
- Estamos minimizando la importancia de la iglesia local. Cuando lo hacemos, es menos probable que asistamos. Algunas gotas de lluvia pueden impedir que muchas personas asistan a la iglesia, pero no impedirán que se sienten tres horas bajo el aguacero viendo su equipo de fútbol favorito.
- Adoramos a los ídolos de las actividades. Muchos miembros reemplazarán un día en su iglesia con un día en juegos de fútbol o sóftbol para niños o durmiendo la resaca de las actividades del día anterior.
- Tomamos muchas vacaciones de la iglesia No soy antivacaciones. Pero hace unos 20 años, nos asegurábamos de asistir a una iglesia donde estábamos de vacaciones. Hoy en día, muchos miembros toman vacaciones de la iglesia.
- No tenemos grandes expectativas de nuestros miembros. Cualquier organización con propósito espera y obtiene mucho de sus miembros, ya sea un equipo deportivo o una organización cívica. Es irónico que la mayoría de las iglesias no se acerquen a ser una iglesia con grandes expectativas.
- Hacemos que los asistentes poco frecuentes sean líderes en nuestras iglesias. Cuando lo hacemos, estamos haciendo una declaración clara de que incluso los líderes de la iglesia no tienen que estar comprometidos con el lugar al que supuestamente conducen.
Escuché a un líder de una organización les dice a los miembros que no los quiere si no están completamente comprometidos. No podían estar ausentes sin permiso si querían ser parte del grupo. Esperaba un compromiso total.
Él es entrenador de fútbol americano en la escuela secundaria. Y todos los miembros del equipo siguen esa alta expectativa de compromiso.
Si realmente esperamos marcar una diferencia en nuestras comunidades y nuestras familias, los miembros de las iglesias locales deben tener al menos el mismo nivel de compromiso que los miembros de equipos deportivos.
Después de todo, la misión de cada iglesia local es mucho más importante.
Al menos debería serlo.
Este artículo apareció originalmente aquí.