Sigo siendo un odioso optimista sobre el futuro de las congregaciones estadounidenses.
No, no tengo la cabeza enterrada. Sé que muchas congregaciones están luchando. Y espero que sigamos teniendo una pérdida neta de iglesias durante los próximos años.
Pero veo la posibilidad muy real de que esta tendencia negativa toque fondo y comience a moverse hacia arriba. ¿Por qué tengo esperanza? Permítanme ofrecer nueve razones para mi optimismo.
- Una nueva ola de oración colectiva. Más líderes de la iglesia están enfatizando la oración. La reunión de oración superficial está siendo reemplazada por nuevas formas de oración apasionada y concertada.
- Un renacimiento del evangelismo. Parece que muchas iglesias se olvidaron del evangelismo por un tiempo. Por tonto que parezca, los cristianos dejamos de hablarle a la gente acerca de Jesús. Hay una nueva ola de verdadero entusiasmo por compartir el evangelio.
- Un equilibrio entre lo teológico y lo práctico. El ministerio práctico sin una base teológica sólida es como un cuerpo sin esqueleto. La teología sin aplicación es como un esqueleto sin cuerpo. Más líderes de la iglesia se están dando cuenta de que la teología y la aplicación no son una u otra opción. Son ambos/y mandatos.
- La disminución de las guerras de adoración. Tengo la esperanza de que un nuevo énfasis en el canto congregacional esté desviando el enfoque de las batallas sobre estilos de adoración mal definidos. Hemos desperdiciado demasiado tiempo y recursos insistiendo en nuestras preferencias en lugar de participar en la adoración verdadera.
- Un mayor énfasis en la revitalización de la iglesia. La plantación de iglesias sigue siendo primordial. Pero no podemos descuidar a más de 300,000 iglesias en América que necesitan ser revitalizadas. Es alentador ver cómo se arraiga este énfasis.
- Una oleada de iglesias renacidas. La tendencia en el pasado para muchas congregaciones era decaer y morir. Hoy muchas de estas iglesias agonizantes están tomando decisiones desinteresadas para dar sus propiedades a iglesias sanas. Estas iglesias renacidas seguirán creciendo en número.
- Una renovación de membresía significativa. Mi libro Soy miembro de la Iglesia ha vendido casi 1,5 millones de copias. Sí, sé que es un comentario autopromocional. Pero también es una realidad que cada vez más iglesias toman en serio el tema de la membresía de la iglesia.
- Un enfoque concertado para impactar a la comunidad. Es alentador ver que las iglesias realmente marcan la diferencia en las comunidades donde están ubicadas. Durante un tiempo, me pregunté si la “Jerusalén” de Hechos 1:8 sería olvidada en Estados Unidos.
- Perspectivas equilibradas de los números. En la historia reciente, dos campos evolucionaron sobre la visión de los informes numéricos en las congregaciones. Un campo vio los números como un fin y le dio un enfoque indebido allí. El otro campo evitó cualquier énfasis en los recuentos numéricos. Hoy en día, más congregaciones usan números como un medio para lograr una mayor responsabilidad, pero no como un fin a lograr.
Podría citar varias señales más esperanzadoras para las congregaciones estadounidenses más allá de estas nueve. Es posible que pronto toquemos fondo en el número de iglesias y la asistencia semanal. A partir de ahí, podemos ver una increíble renovación de congregaciones en toda nuestra nación.
En un sentido muy etimológico, el avivamiento puede estar a la vuelta de la esquina.
Este artículo apareció originalmente aquí .