El lunes es el comienzo de una nueva semana de trabajo para la mayoría de nosotros. El nuevo comienzo suele ser algo bueno, una oportunidad de empezar de nuevo. Sin embargo, para los pastores, los lunes pueden ser días de gran carga debido a un fin de semana de ministerio. Aquí hay algunas cosas que podrían estar en la mente de su pastor hoy:
- “Desearía no haberlo dicho de esa manera”. La mayoría de nosotros criticamos nuestros sermones por días después de haberlos predicado. Todavía están dando vueltas en nuestra cabeza el lunes, especialmente si creemos que bombardeamos.
- “Creo que no vi ________ aquí ayer”. Puede completar el espacio en blanco con el nombre de ese miembro de la iglesia. A menudo reconocemos cuando falta alguien, especialmente si su ausencia se está volviendo regular.
- “La asistencia volvió a bajar”. Nadie quiere dejarse llevar por los números, pero los verificamos. Las tendencias a la baja pueden dominar nuestro pensamiento.
- “Necesitamos enfrentar ese problema”. Cualquiera que sea ese “problema”, a menudo sale a la luz un domingo, cuando tenemos el menor tiempo para tratar con él. Nos espera el lunes.
- “Guau, las donaciones se redujeron ayer”. Cuando los dólares están bajos, el estrés a menudo aumenta, especialmente si los salarios están en juego.
- “Me pregunto si se supone que debo ser el pastor de esta iglesia.” La mayoría de nosotros tenemos esta pregunta en algún momento. A veces es Dios quien nos aleja; otras veces, es solo frustración hablando.
Por otro lado, aquí está la declaración de fe que espero esté en la mente de su pastor hoy: “Es una nueva semana. Enfoquémonos y sirvamos bien a Dios”.
Di una oración por tus pastores al comenzar esta semana.