Cómo sucede la virtud

Origen explicó por qué la disposición del agente es esencial para la vida virtuosa. Es cierto, dice, que «si alguien es justo, persigue la justicia». Pero de ello no se sigue que “si alguien es justo, busque la justicia”. Porque uno debe “buscar la justicia con justicia” [LXX de Dt 16:20]. Orígenes explica que el adverbio es esencial para que sea posible perseguir la justicia injustamente. Algunas personas hacen cosas buenas, dando a los pobres por ejemplo, pero sólo para ser alabadas [¡o para permanecer en el poder político!]. Actúan por vanidad, no porque tengan “disposición de justicia”. La virtud requería una conversión de los afectos.

Como el discípulo de Orgien, Gregorio, describió la naturaleza de las cosas: «Las virtudes son grandes y elevadas, y sólo pueden ser alcanzada por alguien en quien Dios ha insuflado su poder«.

Robert Louis Wilken, El espíritu de los primeros cristianos Pensamiento, 271 (énfasis añadido).