Es una muy buena noticia que Dios desea que su gloria sea magnificada a través del ejercicio de su gracia.

Ciertamente, Dios es glorificado por el poder de su ira (Romanos 9:22), pero repetidamente el Nuevo Testamento  (y el AT, por ejemplo, Isaías 30:18) dice que debemos experimentar la gracia de Dios para que Dios obtenga la gloria.

Medita en cómo funciona esto en la oración de 2 Tesalonicenses 1:11-12,

Con este fin oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de su llamamiento y cumpla todo propósito de bien y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

Pablo ora para que Dios cumpla nuestras buenas resoluciones.

¿Cómo? Ora para que se hagan «por el poder [de Dios]». Es decir, que sean «obras de fe».

¿Por qué? Para que Jesús sea glorificado en nosotros.

Eso significa que el dador recibe la gloria. Si cumplimos una buena resolución “por su poder” se lleva la gloria. Nosotros tenemos fe; él da poder. Nosotros recibimos la ayuda; él se lleva la gloria. Ese es el trato que nos mantiene humildes y felices y lo mantiene supremo y glorioso.

Luego Pablo dice que esta glorificación de Cristo es “según la gracia de Dios y del Señor Jesús”.

La respuesta de Dios a la oración de Pablo de que confiemos en el poder de Dios para hacer buenas obras es la gracia. El poder de Dios para permitirte hacer lo que decidas hacer es gracia.

Así es como funciona en el Nuevo Testamento una y otra vez. Confíe en Dios por su habilitación por gracia y él obtendrá la gloria cuando llegue la ayuda.

Nosotros conseguimos la ayuda. Él recibe la gloria.

Es por eso que la vida cristiana, no solo la conversión cristiana, es una buena noticia.

• “[Servir] en la fuerza que Dios da—para que en todo Dios sea glorificado por medio de Jesucristo. ” (1 Pedro 4:11)
• “[Que seáis] llenos del fruto de justicia que es por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios .” (Filipenses 1:11)
• “Todo es por vosotros, para que a medida que la gracia se extiende a más y más personas aumente la acción de gracias, para gloria de Dios.” (2 Corintios 4:15)
• “Hemos visto su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad.” (Juan 1:14)
• “Y no sólo eso, sino que ha sido designado por las iglesias para viajar con nosotros mientras llevamos a cabo este acto de gracia que está siendo ministrada por nosotros, para gloria del mismo Señor y para manifestar nuestra buena voluntad”. (2 Corintios 8:19).
• “…para la alabanza de su gloriosa gracia, con que nos ha bendecido en el Amado .” (Efesios 1:6)