Esta no es una súplica para ser irreflexivo. No es un argumento para ignorar la estrategia. Dios usa la estrategia (Josué 8:4).

“El caballo está preparado para el día de la batalla, pero la victoria es del Señor” (Proverbios 21:31). Sí. Prepara el caballo. Pero también es cierto: a veces el enemigo ataca cuando no hay tiempo para preparar el caballo. Y la victoria aún pertenece al Señor.

Por ejemplo, Jeroboam engañó a Abías, rey de Judá, tendiendo una emboscada detrás de él: «Sus tropas estaban delante de Judá, y la emboscada detrás de ellos». (2 Crónicas 13:13). Abías fue burlado.

¿Qué pasó? “Clamaron al Señor. . . y Dios derrotó a Jeroboam”. (2 Crónicas 13:14–15).

Abías fue burlado y victorioso. No tenía una estrategia superior. Pero derrotó a su enemigo. ¿Cómo? Por oración. Por dirección desesperada de fe en Dios, no de estrategia.

Entonces, sí, prepara el caballo para el día de la batalla. Pero aún más importante, oren sin cesar. Dios usa estrategia y preparación. Pero él no depende de ello.