Comience un año nuevo con una página en blanco
Una de las metas de mi vida ha sido llegar a una etapa de papel en blanco en mi caminar con Dios. En última instancia, quiero presentarle a Dios una hoja de papel en blanco para que Él pueda planificar mi vida.
Empezó así. Hace años le estaba explicando a un amigo que estaba en uno de esos puntos en mi vida de “tratar de descubrir la voluntad de Dios”. (He estado allí muchas veces antes y lo estaré nuevamente). Su consejo no era algo en lo que hubiera pensado mucho antes. Admitió que se le ocurrió rápidamente. Pero, para mí, era la palabra que necesitaba escuchar.
Dijo algo así como: «Tal vez necesites comenzar con una hoja de papel en blanco y darle a Dios amplio espacio para planificar el resto de tu vida. Ponte completamente disponible para Él.”
Dejé nuestra reunión, sin embargo, con una pregunta muy inquisitiva para mí. ¿De verdad tenía una hoja de papel en blanco? Y, no en el sentido literal. Estoy seguro de que podría encontrar papel en blanco en alguna parte, incluso en una era tan digital. Pero, en mi corazón. ¿Realmente había entregado mi voluntad a la voluntad de Dios?
Durante las próximas semanas, a través de la oración y la disciplina, intenté llegar allí, al menos en esa temporada.
A lo largo de los años desde entonces, he continuado periódicamente el autoexamen. Para hacer esto tengo que ser honesto conmigo mismo y con los planes que tengo para mi vida. Ciertamente quiero seguir Su ejemplo, pero creo que muchas veces mi página está cargada con mi propia agenda. Si quiero que mi página esté completamente en blanco, entonces necesito devolvérsela a Dios sin nada en el papel.
Pero, me lleva a hacerte la pregunta:
¿Le has dado a Dios una página en blanco para planificar tu vida?
Prepárate cuando lo hagas. Dios parece amar los desafíos. Él es excelente para tomar nada y hacer algo cuando le permitimos dibujar la imagen: escribir la historia de nuestra vida. Pero no estoy seguro como seguidores de Cristo, y realmente como humanos, ya sea que lo sepamos o no, si podemos realizar completamente nuestro diseño final hasta que dejemos que el Creador se salga con la suya.
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Lo mejor que puedes hacer por ti mismo cuando planificas para la vida es darle a Dios suficiente margen para dar forma a tu plan. En realidad, cuando le entregamos toda nuestra vida a Él, estamos en un lugar mejor que cuando venimos con nuestras propias agendas.
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