Cómo Jesús se hizo a sí mismo nada

por Jonathan Parnell

K. Scott Oliphint escribe:

¿Qué quiere decir entonces Pablo cuando dice que este Hijo preencarnado, que tenía la forma de Dios pero que tomó la forma de un siervo “ se hizo nada”?. . .

Debemos, dice Pablo, incubar dentro de nosotros mismos la misma mentalidad que tuvo el mismo Cristo cuando decidió descender a nosotros. Más específicamente, se nos dice: «No hagáis nada por rivalidad o vanidad, sino que con humildad consideréis a los demás más importantes que vosotros mismos». (Filipenses 2:3). No debemos, entonces, aferrarnos a cualquier estatus o posición que creamos que podemos tener, sino más bien considerar que la posición o el estatus de los demás es más importante.

En esta luz y debido a este contexto , se vuelve más claro para nosotros lo que Pablo está diciendo acerca de nuestro Salvador. En su decisión de tomar la semejanza de la humanidad, no miró simplemente su propia posición o estatus, ni consideró esa posición o estatus como algo que debería, en todos los sentidos, proteger y mantener. Más bien, consideró la posición de los que están más abajo, que no podían alcanzar su posición, y decidió rebajarse a su nivel. . . .

No es como si Cristo se despojara de algo; eso no es lo que Pablo realmente dice. Su punto real es que Cristo se despojó de sí mismo al convertirse en algo que no era antes, algo que, por definición, requería humildad y, en última instancia, humillación (Filipenses 2:8). Para Cristo anularse, dice Pablo, fue para él humillarse, y se humilla naciendo en la semejanza de los hombres y haciéndose obediente hasta la muerte. Entonces, como Pablo lo describe en este pasaje, el anonadamiento es, de hecho, un autoañadido.

Dios con nosotros: la condescendencia divina y los atributos de Dios, (Wheaton: Crossway, 2012), 118, párrafo agregado.