¡Es un problema maravilloso! Las guarderías de Belén están repletas de niños pequeños. Y más aún debido a tantos visitantes. Necesitamos tu ayuda. Se agradecería incluso una hora durante las próximas tres semanas. Llame a Laurel y dígale: «Creo que podría dar una hora o dos esta temporada, ¿qué debo hacer?» Si no crees que sea importante, sigue leyendo. (Aunque lo sepas, ¡sigue leyendo!)

1) Jesús era un niño.

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro (Isaías 9:6).

2) Jesús tomó a los niños en sus brazos y los bendijo.

“Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis.” Y los tomó en sus brazos y los bendijo, poniendo sus manos sobre ellos (Marcos 10:14ss).

3) Jesús sanó a un hijo de una mujer extranjera.

“¡Oh mujer, grande es tu fe! Te sea hecho como deseas.” Y su hija fue sanada instantáneamente (Mateo 15:28).

4) Jesús echó fuera un demonio de un niño.

Y Jesús le reprendió, y el demonio salió de él, y el niño quedó curado al instante (Mateo 17:18).

5) Jesús resucitó a un niño de entre los muertos.

Tomándola de la mano le dijo: “Talitha cumi”; que significa: «Niña, a ti te digo, levántate». E inmediatamente la niña se levantó (Marcos 5:41ss).

6) Jesús usó los panes y los peces de un niño para alimentar a cinco mil personas.

“Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué son entre tantos?» Jesús dijo: “Haced que la gente se siente” (Juan 6:9ss).

7) Jesús dijo que debes volverte como un niño.

De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos (Mateo 18:3).

8) Cuando Jesús vino, los niños gritaban «Hosanna al Hijo de David».

Los principales sacerdotes vieron a los niños gritar en el templo, «¡Hosanna al Hijo de David!» (Mateo 21:15).

9) Jesús predicó los días terribles en que los padres darían a sus hijos a la muerte.

Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo (Marcos 13:12).

10) Jesús dijo que si recibes a un niño en su nombre, lo recibes a él y al que lo envió.

El que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me envió (Marcos 9:37).

Hablando por aquellos que no pueden por sí mismos,

Pastor John