¿Cuáles son exactamente las buenas noticias del Domingo de Pascua?
El Domingo de Pascua se acerca. Oraste por una puerta de oportunidad, y se ha abierto. Tienes la oportunidad de decirle a tu mejor amiga el mensaje que más necesita. De repente, la pregunta viene a su mente, “¿Qué es exactamente ese mensaje?” En una convención religiosa, cuando a 60 personas se les hizo la pregunta: «¿Qué es el evangelio?» sólo uno tenía una respuesta bíblica. Si el mensaje del evangelio no está claro en tu mente, tampoco lo estará en la de tus amigos.
Examinemos primero lo que no es el mensaje.
No se trata de cómo encontrar la felicidad. Muchos no cristianos son los más felices que jamás hayan sido – tan felices que no ven la necesidad de Cristo. Por otro lado, es posible ser cristiano y ser infeliz. Los creyentes a menudo se desaniman debido a la persecución o las penurias agonizantes de la vida, y pueden experimentar soledad o incluso depresión.
El mensaje del evangelio no se trata de reconciliar las relaciones humanas. Dios quiere un hombre y una mujer para experimentar el matrimonio, no solo una fusión de dos personas que viven bajo el mismo techo. Pero un esposo y una esposa que tienen un matrimonio sólido aún estarán separados de Dios para siempre si son incrédulos. Además, incluso las parejas que conocen a Cristo a veces enfrentan luchas maritales.
El mensaje tampoco se refiere a cómo Dios puede ayudarlo a salir de un problema que enfrenta, ya sea una sentencia de cárcel o una pérdida inevitable del trabajo. Las circunstancias antes de la conversión no necesariamente cambian después de venir a Cristo. Un asesino aún puede enfrentarse a la aguja del verdugo. Una persona que ha perdido su trabajo aún puede incurrir en deudas.
El mensaje del evangelio es más grande que eso. Está definido en 1 Corintios 15:3-4 y puede reducirse a 10 palabras: «Cristo murió por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos». Ese es el evangelio.
¿Qué caracteriza ese evangelio? Primero, apunta a algo que Cristo ha hecho – no es algo que él hará. Es pasado, probado, hecho. La muerte y resurrección de Cristo dejan al no cristiano sin defensa justificable. Si alguien mira las catástrofes de hoy y cuestiona el amor de Dios, tiene que justificar la cruz. Si una persona perdida cuestiona si Cristo era Dios, tiene que justificar la resurrección. Además, un incrédulo puede sentirse decepcionado con las acciones de los cristianos de hoy. Pero el mensaje no tiene nada que ver con lo que están haciendo los cristianos. Se trata de lo que Cristo ya ha hecho – su muerte y resurrección.
El claro mensaje del evangelio también destaca la profundidad del amor de Cristo. No solo murió. Él murió por mí, tal como lo hizo por ti. 1 Corintios 15:3 dice: «Por mis pecados». Él no murió para mostrarme cómo vivir – dar en lugar de recibir. Él no murió para mostrarme cómo morir – poniendo a otros primero. Su muerte fue sustitutiva. Un Salvador sin pecado tomó el lugar de un pecador. Si él no hubiera muerto, yo tendría que sufrir mi propio castigo. ¡Amor increíble!
A continuación, el claro mensaje del evangelio pone el énfasis donde debe estar – vida eterna en el cielo no vida temporal en la tierra. Jesús dijo: «Yo soy la resurrección y la vida». El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y el que vive y cree en mí, no morirá jamás” (Juan 11:25-26).
Dios no está ofreciendo la tierra con el cielo incluido. Está ofreciendo el cielo con la tierra incluida. Cuando lo conozco, no importa cómo, cuándo o donde muero Voy a estar en su presencia para siempre. El lapso de nuestra vida en la tierra es breve e incierto. La duración de la vida con él es eterna. Aunque las circunstancias en mi vida hoy pueden ser muy difíciles, como creyente sé que él estará conmigo. Pero cuando muera, estaré con él donde no haya dolor ni problemas.
Una última cosa caracteriza el mensaje del evangelio: la sencillez de la respuesta. ¿Cómo puedes beneficiarte de la muerte y resurrección de Cristo y recibir la vida eterna? Confía en Cristo, el que lo hizo todo, como el único camino al cielo. Jesús prometió: «El que cree en mí tiene vida eterna». (Juan 6:47). La vida eterna es gratis.
Si estamos confundidos acerca del evangelio en Pascua (o en cualquier otro día), es porque hemos hecho difícil lo que Dios pretendía que fuera simple. Cristo murió por nosotros y resucitó. Confía solo en él. Recibe su don de la vida eterna. A medida que reconoce la claridad del mensaje, debe hacer que se pregunte no solo «¿A quién le puedo decir?» pero «¿Cuántos puedo decir?»
Dr. Larry Moyer es el fundador y director ejecutivo de EvanTell, un ministerio de capacitación en evangelismo. Para obtener más información, visite www.evantell.org.
Fecha de publicación: 23 de marzo de 2015