Mis vecinos de al lado no son ateos. Son musulmanes, paganos de la Nueva Era, agnósticos, cristianos nominales y una familia de cristianos evangélicos.

La mayoría de las personas en el Reino Unido (donde vivo) no son ateos con carné (20 %), menos aún en los Estados Unidos (14 %). Sin embargo, muchas personas son ateos por defecto, siendo «sin religión» la autodesignación del 50% para el Reino Unido y el 23% para los EE. UU.

Muchos cristianos que creen en la Biblia ven esto como un completo desastre. Tengo una perspectiva ligeramente diferente. En mi experiencia, es mucho más difícil llegar a personas religiosas y nominalmente religiosas que llegar a los ateos. Y quiero animar a todos los hermanos y hermanas cristianos a que no vean a sus vecinos ateos como amenazas a su fe, sino como personas accesibles que necesitan las buenas nuevas de Jesucristo.

Para ayudar, sugiero cuatro cosas a tener en cuenta cuando interactúe con sus vecinos ateos.

1. Trátelos con dignidad y escúchelos con atención.

¿Cómo amamos a nuestros vecinos ateos? De la misma manera que debemos amar a cualquier otro prójimo. Tratamos de conocerlos. Los tratamos con respeto como hombres y mujeres hechos a imagen de Dios. Ofrecemos hospitalidad y ayuda. Buscamos comprenderlos.

«En mi experiencia, es mucho más difícil llegar a las personas religiosas y nominalmente religiosas que llegar a los ateos».

Nuestra primera responsabilidad es escuchar. Necesitamos escuchar la cultura, lo que dice la gente, y tratar de entender de dónde vienen. No podemos asumir que la gente entiende nuestro idioma, y no podemos esperar que entendamos el suyo. Es similar a los misioneros estadounidenses que vienen a Escocia pensando que como todos hablamos inglés, todos nos entenderemos de forma natural. Pronto descubren su error. Las palabras pueden ser las mismas, pero los significados a menudo son diferentes.

2. Esté dispuesto a abordar sus «creencias derrotadoras».

Existen muchos tipos diferentes de ateos. No podemos simplemente poner a las personas en una categoría y confiar en técnicas y respuestas estándar.

A la forma más extrema de ateos los llamo NFA: Nuevos Ateos Fundamentalistas. Tienden a ser jóvenes enojados cuyo lema es “No hay Dios, y lo odio”. Es mucho más probable que te encuentres con ellos en línea que sobre la cerca del jardín. Pero sus creencias básicas son las que se filtran a través de los medios, la industria del entretenimiento y gran parte de la academia. ¿Cuáles son estas creencias básicas?

1. No tenemos creencias. Solo somos personas que no creen en un Dios, pero si proporcionara suficiente evidencia, lo haríamos.

2. Ustedes, los cristianos, son incrédulos en Thor, Zeus y todos los dioses excepto uno. Simplemente vamos un Dios más allá.

3. Tenemos ciencia; tienes fe, y la fe, por definición, es ciega.

4. La gente puede ser moral sin Dios. Por lo tanto, la gente no tiene necesidad de Dios.

Es posible que sienta la tentación de pensar que no necesita poder responder a estas afirmaciones porque nunca nadie fue ganado para Cristo simplemente por haber sido vencido en las discusiones. Pero, por otro lado, ¿cuántos ateos conoces que han sido ganados para Cristo por cristianos que simplemente hicieron algo bueno por ellos? ¿O simplemente yendo a la iglesia? ¿O simplemente leyendo un libro cristiano?

“Cuando testificamos a los ateos (o a cualquier otra persona), nuestra primera responsabilidad es escuchar”.

Nadie puede ver el reino de Dios a menos que nazca de lo alto. Necesitamos que el Espíritu Santo tome su palabra y la aplique a aquellos a quienes convence de pecado, de justicia y del juicio venidero (Juan 16:8). Pero él usa medios, y esos medios incluyen a su pueblo, su pueblo que ama a su prójimo.

Y si realmente amamos a nuestro prójimo, lo escucharemos, nos preocuparemos por su forma de pensar y haremos todo lo posible para ayudar a eliminar sus «creencias derrotadoras», las creencias que les impiden incluso considerar a Cristo.

3. Reconoce que los ateos son creyentes.

Veamos una de estas «creencias derrotadoras»: Los ateos no tienen creencias.

Un ateo es alguien que cree que Dios no existe. Además, creen que tienen la capacidad de determinar absolutamente si la evidencia es objetiva o no. En otras palabras, muchos de ellos no reconocen que ellos también tienen fe — ¡tienen fe que no tienen fe! Tienen fe en la confiabilidad de sus poderes racionales y en la creencia de que solo deben creer cosas que pueden probar.

El ateísmo se basa en una serie de creencias, la mayoría de las cuales no son verificables. Por ejemplo, todos los ateos que he conocido creen en el naturalismo. No es que tengan evidencia comprobable de que todo es material; ellos creen que todo es material.

También creen que no hay (y no puede haber) evidencia de la existencia de Dios. Una forma sencilla de responder a esto es preguntar qué evidencia aceptarían realmente.

4. Persigue sus corazones a través de sus cabezas.

He observado cristianos que han comprado la narrativa cultural de que el cristianismo requiere una especie de fe ciega, mientras que el ateísmo es la posición racional, estrictamente empírica y francamente más intelectual. Esto tiende a llevarlos a pensar erróneamente que la única forma de “ganar” a los ateos es siendo muy amable.

“Nuestro objetivo no es derrotar a los ateos en un debate, sino mostrarles la gloria y la belleza de Cristo”.

Si bien no debemos ser arrogantes ni beligerantes, no es amoroso conceder una superioridad racional al ateísmo, porque no es cierto. La posición atea es intelectualmente vacía. El ateísmo no es un problema intelectual, sino un problema del corazón. Pero Jesús y los apóstoles demostraron que el camino al corazón suele pasar por la cabeza.

Nuestro objetivo no es derrotar a los ateos en un debate, sino mostrarles la gloria y la belleza de Cristo con la esperanza de que algunos puedan salvarse. Discutimos con los ateos no para ganar la discusión, sino para que Cristo los gane.