En 2 Samuel 10, los amonitas y los sirios están cercando a Israel. Joab divide a los hombres de Israel entre él y su hermano Abisai. Él cuenta su estrategia en el v. 11, parafraseado, «Tú toma a esos muchachos, yo tomaré a estos muchachos, y ayudémonos unos a otros si lo necesitamos». Eso suena bastante simple. Es la siguiente línea en el v. 12 la que es asombrosa. Joab declara:

Esfuérzate, y seamos valientes por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios, y haga Jehová lo que bien le pareciere.

Ahora podemos leer esto y simplemente anotarlo como otra indicación de la hombría de Joab. Podemos imaginarlo en el campo de batalla ataviado con una armadura y emanando más fiereza que Gerard Butler y Russell Crowe juntos. Pero eso lo extrañaría mucho.

Joab puede decir lo que dice porque creo que sabe qué es lo que «parece bueno a Jehová». ¿Recuerda la promesa del Señor a David en 2 Samuel 7? Le dijo a David: “Tu casa y tu reino serán firmes para siempre delante de mí. Tu trono será establecido para siempre” (7:16).

"Lo que a Jehová le parece bien" no es “que sera, sera” "Lo que le parece bien al SEÑOR" está arraigado en su fidelidad inquebrantable para cumplir sus promesas, ya sea que Israel gane cada batalla o no. "Lo que le parece bien al SEÑOR" es que la casa de David será asegurada para siempre y un día habrá un rey en el trono de Israel cuyo reinado no conocerá fronteras ni tendrá fin: el Rey Jesús, el Cristo.

Creo que Joab conocía esta promesa y que fue la verdadera fuente de su coraje. Este es el tipo de coraje que necesitamos: no una valentía ciega que proviene de la confianza en uno mismo, sino una audacia que fluye de ser superados por la realidad del evangelio y la fidelidad de nuestro Dios.

¿Qué dudas tienes sobre la acción por el Reino de Cristo? ¿En qué promesa puedes pararte y declarar «que el Señor haga lo que bien le parezca»?